Que tú también puedes tener un cáncer es un hecho, nadie se salva de esta lacra que nos afecta, y especialmente desde el inicio de la era moderna. Hasta hace poco uno podía pensar que no le podía tocar esta macabra lotería porque se cuida, porque no fuma, hace deporte y lleva una buena alimentación, pero ahora se ha comprobado que puede que la realidad no sea esta.

Recientemente, un estudio publicado en la revista Science, ha determinado que 2 de cada 3 canceres detectados son causados por el azar, porque en la replicación del código genético se producen errores…. Entonces, ¿no hay ninguna manera de evitar que nos toque esta  lotería?

Ante esta respuesta se puede recurrir a conocimientos no aceptados por la medicina actual, pero que sin embargo han sido validados por un comité médico, me refiero al descubrimiento que hizo un médico alemán en la década de los 80 y que definía las 5 leyes que cumple el cáncer.

Debemos evitar ese azar, y la manera de hacerlo es siendo conscientes de lo que sentimos en cada momento, viviendo los conflictos que nos afectan dándolos a conocer a los que nos quieren, y estando muy alerta de las creencias que hay detrás de las emociones y reacciones que tenemos.

Así pues, otra vez, quedan al descubierto parte de las evidencias que indican que las emociones y los impactos emocionales son los causantes de estas mutaciones al azar. La misma ciencia ha verificado que existen factores emocionales que dejan marcas en el código genético a través de una ciencia llamada epigenética conductual. En 1997 un investigador de la universidad de Mc Gill de Montreal en Canadá llamado Michael Meaney  publicó en la revista Science un estudio en el que comprobó que las atenciones que recibían las crías de rata afectaban la gestión que estas tendrían del estrés cuando crecieran. Nacía la epigenética conductual fruto de descubrir como el código genético de las crías de rata era modificado sólo mediante el estímulo de las atenciones de las ratas y los genes encargados de regular la síntesis de hormonas reguladoras del estrés, que eran metiladas.

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El metilo es una molécula que tiene la propiedad de adherirse en el genoma y que modifica su función, y por lo descubierto, entre otros factores, está el emocional.

¿Puede el factor emocional ser el causante del azar del cáncer?

Pues dicho lo dicho parece que tiene una enorme probabilidad. De todas formas, es más fácil hablar del azar que comprobar estos hechos en seres humanos, pues cada persona vive las experiencias de la vida en función de su manera de entenderla, y esta viene determinada por las creencias que se han ido adquiriendo, especialmente cuando se es niño, pero también fruto del continuo bombardeo de infoxicación que recibimos.

Sabemos que la información que está a nuestro alcance es cada vez mayor, y seleccionar y descartar o aceptar la información que dejamos que pase por nuestro cerebro ya no es una opción, ya es una necesidad. Cuando las mentiras se repiten una y otra vez, acaban siendo integradas como una verdad, y los medios de comunicación, a través de sus noticias o programas, nos inculcan miedos que terminan integrándose en nuestro subconsciente.

En fin, debemos evitar ese azar, y la manera de hacerlo es siendo conscientes de lo que sentimos en cada momento, viviendo los conflictos que nos afectan dándolos a conocer a los que nos quieren, y estando muy alerta de las creencias que hay detrás de las emociones y reacciones que tenemos.

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