Cada día vemos como nuestras creencias afectan a la manera de ver el mundo, y especialmente cuando hablamos de las relaciones de pareja. En función de nuestras creencias juzgamos aquello que sucede alrededor. Partimos de la base que, lo que pasa, no tienen connotaciones positivas ni negativas, estas, se las damos nosotros en función de la programación previa.  Algunos autores hablan de ego, pero yo prefiero descomponerlo en pequeñas partes, las creencias.

En las relaciones de pareja los egos adquieren una gran importancia, pero si nos pusiéramos a descomponerlos veríamos que resultan de la suma de varias creencias. Los roces o discusiones aparecen cuando uno de los egos se siente pisado por el otro. Y digo se siente porque ya tenemos claro que no deja de ser la percepción subjetiva la que genera esa perturbación de la harmonía.

Encontrar la harmonía dentro de la pareja requiere de domar ese caballo salvaje del que vamos a lomos. Cuando uno de los dos dice al otro cualquier cosa podremos ver la reacción en función de las creencias que han formado el ego. Si la reacción es neutra o positiva estamos ante creencias potenciadoras, pero si la reacción es negativa o airada es que estamos entrando en el mundo de las creencias limitantes. Es en ese momento cuando uno debe plantearse ¿qué hay detrás de aquella situación que me altera?, ¿qué me digo?, ¿Cuál es la creencia que sustenta la reacción? ¿Qué parte de real tiene esta creencia para afectarme?

La relación de amor ideal es aquella en que las parejas no se necesitan para nada, pero se quieren para todo, y ambos disfrutan de la libertad de ser una pareja y poderse complementar.

Por supuesto que salen a la luz las creencias cuando hay una discusión o simplemente una conversación, pero también salen a relucir cuando analizamos que tipo de relación tenemos.

En las relaciones de pareja se habla mucho de apego, y es fácil desarrollarlo, pues a nivel social el bombardeo es constante, cada día escucho canciones que hacen referencia al apego, a la necesidad de la pareja para que la vida de uno tenga sentido, y eso es como un gota a gota que si uno no está pendiente va calando, y poco a poco va dando forma al monstruo del ego, lo va alimentando con creencias hasta que llega el momento en que convivir con él se hace muy difícil, llega el momento en que algo que debería ser placentero termina siendo una necesidad.

Compartir la vida con una pareja es una elección, pero nunca puede ser una necesidad. Es en estos casos cuando se detecta el apego, y este no deja de ser la consecuencia de la creencia infundada de que sin la otra persona la vida no tiene sentido, no se puede vivir o no vale la pena. ¿Acaso no existía la vida antes de estar con esa persona?

De todas maneras, no quisiera menos tener la fuerza de estas creencias, pues en algunos casos el monstruo del ego llega a adquirir vida propia y termina por dominar completamente la vida del otro, el apego hacia la pareja es tan grande que lleva a la persona actuar de manera totalmente irracional. ¿Qué sentido tienen los celos?

En una pareja se debería tener pleno respeto, el uno hacia el otro, y llevar ese respeto al amor, y es importante entender la pareja a modo de amar, no de querer, porque el querer nace de la necesidad, del no tener, de la escasez, pues cuando uno quiere algo o a alguien es porque no lo tiene, en cambio desde el amor estamos dando libertad, estamos expresando que queremos lo mejor para esa persona. Desde el amor una pareja puede romperse porque hay circunstancias que llevan a ello, a veces las necesidades individuales pesan más que las de pareja, y una pareja con una relación sana de amor, será capaz de comprender, sabiendo que su vida no depende de esa persona, y al mismo tiempo que el amor hacia ella conlleva dejarla disfrutar de sus elecciones. La relación de amor ideal es aquella en que las parejas no se necesitan para nada, pero se quieren para todo, y ambos disfrutan de la libertad de ser una pareja y poderse complementar.

Cuando una relación es así de sana el amor es como una función exponencial con tendencia al infinito cada vez es mayor, pero cuidado, en todo momento puede aparecer el ego y podemos creer que es una necesidad vital…

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