Si te interesa el crecimiento personal y espiritual, tienes la ambición de ser cada día mejor y estas convencido que cada día puedes aportar un poquito más a ti mismo, me gustaría felicitarte y animarte a seguir adelante para que puedas ser una mejor versión de ti.

Si es verdad, resulta muy difícil y a veces cuesta mucho adquirir ciertos hábitos, que sabes que te beneficiarían muchísimo, pero el crecimiento personal y espiritual pasa por esos momentos que representan un poco de dificultad, y casi te diría que mejor, que ante la dificultad se valoran los logros…

Cómo afecta el crecimiento personal y espiritual a tu vida

Cuando uno emprende el camino consciente del crecimiento personal y espiritual, los cambios que se producen a su alrededor son muy grandes. Nótese que hablo de camino consciente, pues todos estamos en un proceso de crecimiento personal y espiritual, pero en los casos de camino consciente, este proceso es acelerado y eso genera que los cambios que se producen sean más bruscos y visibles.

Son cambios que remueven los cimientos de la vida, empiezas a pensar de otra manera, a poner en duda todo lo que para ti eran los pilares que sostenían tu vida, y empiezas a escuchar tu cuerpo y observar qué te dice y cómo te sientes.

¿Porque hay personas que no quieren saber nada del crecimiento personal y espiritual?

Si eres uno de los tantos a los que le apasiona el crecimiento personal y espiritual te habrás encontrado en querer explicar muchísimas cosas a las personas que tienes a tu alrededor. Que si mira este video, que si lee este libro tan interesante, que si te quiero contar… Pero muchas de las personas a las que te gustaría hacer llegar esta información se cierran por completo y dicen no creer en nada de lo que les cuentas, que son chorradas y que eso de los coach son tonterías que están de moda.

En realidad, lo que te están diciendo es que la vida les parece buena viviendo sin tener que complicársela, y para qué meterse en temas de crecimiento personal y espiritual si la vida que llevo no me escuece tanto como para hacer ningún movimiento.

Salir de la zona de confort, por muy inconfortable que sea, es difícil ,y hacer cambios supone salir de esa zona, cosa que no todos están dispuestos a hacer.

De todas formas, el 90 % de nosotros hemos pasado esta fase, y sólo alguna situación de vida que nos ha generado un problema muy importante o existencial nos lleva a buscar soluciones en el crecimiento personal y espiritual. Somos como la rana que no salta de la olla hasta el agua ya casi esta hirviendo…

¿Crecimiento personal y espiritual para todos?

Lo peor de todo es que muchos de los que estamos haciendo este crecimiento personal y espiritual vivimos una especie de megalomanía en la que creemos que podemos ayudar a todos, y no comprendemos que cada cual hace su camino y a su ritmo.

Seguro que conoces a alguien a quien el crecimiento personal le iría muy bien, y estas convencido que le cambiaria la vida, pero entrar en un proceso de este tipo es una elección individual y de nada sirve insistir, si no hay una motivación para ello detrás, no se va a tomar acción.

El crecimiento personal y espiritual es para todos, pero es la persona la que decide cómo y cuándo hace este camino y a qué velocidad.

Crecimiento personal y espiritual en familia

El crecimiento personal y espiritual consciente dentro del clan no está bien visto, y es así porque cuando uno empieza este proceso consciente, se empiezan a mover los roles dentro de la familia. Una persona que se desarrolla personalmente dejará de aguantar según qué cosas de según quien, de la familia, ya no se calla, no hace las cosas por compromiso, dice lo que piensa, aunque sea de manera asertiva… y eso hace que el papel que siempre había jugado dentro de la familia cambie.

Si encima resulta que con el tiempo y el crecimiento personal y espiritual uno se va convirtiendo en un referente en la familia es bastante probable que se termine generando una parte de favorables a ti y otra en contra tuya…

De todas formas, son roles que  con el tiempo se van aposentando y dejan de tener la intensidad inicial, que viene generada por el cambio y el rechazo al cambio que llevamos en la programación del cerebro reptiliano, pues cualquier cambio supone un riesgo para la supervivencia a ojos de este cerebro…

Crecimiento personal y espiritual en la vida social

Que en nosotros se produzcan cambios debido a este proceso de desarrollo, genera que nuestro entorno social también se pueda sentir incómodo, y más si es un entorno que no ves cada día.

Un proceso de crecimiento personal y espiritual lleva asociado la toma de decisiones a voluntad. Es decir, se deja de hacer aquellas cosas que no apetecen porque al escucharte y entender que tu cuerpo te dice que no, simplemente renuncias a hacer aquello que, quizás antes, hubieras hecho a regañadientes y sin ningunas ganas.

En ese momento es cuando tu entorno social no entiende que te pasa, no entiende si estas enfadado con alguien, si estas con la gripe, si una secta llamada desarrollo personal te ha absorbido los sesos o si estas en una depresión profunda que no te permite razonar. El caso es que no entienden que decidas por ti mismo y no accedas a los planes de los demás, y luego se enfadan y están molestos porque tu comportamiento no es el habitual y eso les descoloca.

¿Vale la pena pasarse un tiempo viviendo como nadie quiere para pasarse el resto de la vida para vivir como a todo el mundo le gustaría?

Cuanto mayor es el cambio a nivel de crecimiento personal y espiritual más probable es perder algún amigo por el camino, pero es normal, los intereses se distancian. Y si encima el tema espiritual te motiva y hablas o les cuentas a tus amigos lo que piensas, es probable que piensen que te has vuelto un poco majara…

Obviamente, la falta de crecimiento personal y espiritual, produce esa incapacidad de entendernos, pero ahí será donde nosotros deberemos predicar con el ejemplo, evitando los juicios, y entendiendo que cada uno hace y decide cuál es su camino, y lo respetamos e incluso lo entendemos gracias a esta visión, sin querer imponer nuestra opción por muy convencidos que estemos de estar haciendo un buen camino. Cada individuo hace su camino y para llegar a Santiago unos irán a caballo, otros a pie y algunos en coche, pero llegar, llegaremos todos…

Crecimiento personal y espiritual en el trabajo

En el trabajo pasamos gran parte de las horas del día, y un crecimiento personal y espiritual consciente también termina produciendo cambios. Cambios que van desde lo más simple (Orden en el puesto de trabajo, conocimiento de gestión del tiempo, aprendizaje en el trabajo en equipo…) y que generan un aumento de la productividad a los más complejos que pueden llegar a despedir a nuestro jefe.

I es que en muchas ocasiones uno se plantea si aquello a lo que le está dedicando 8 horas diarias (si sólo trabajas 8 horas casi que puedes darte con un canto en los dientes) realmente le motiva y si quisiera estar haciendo otra cosa que le gustara más, que lo disfrutara y que no tuviera que estar toda la semana esperando a que llegara el viernes y todo el fin de semana deseando que no llegue el lunes.

Además, uno empieza a priorizar su tiempo y a no regalar tiempo a nadie si este hace que luego no pueda recuperar el suyo, por lo tanto, empieza a renunciar a trabajos para poder terminar a su hora. Ahora sabe decir que no, sólo trabaja su horario establecido y sin embargo ¿ha aumentado su productividad? Esto está muy mal visto en los ambientes de trabajo, pues si uno puede mejorar su rendimiento, a los compañeros se les podría exigir más y eso significa más presión laboral…

Y eso contando que no llegue un día en que decidas renunciar a ese trabajo nutricional para auto emplearte o buscarte algo que te aporte más…

Crecimiento personal y espiritual en la pareja

Entramos en un punto crítico, el crecimiento personal y espiritual en la pareja va asociado a cambios. Normalmente son cambios muy profundos que alteran el rol de la pareja, y personalmente pienso que siempre para bien…

Si el crecimiento personal y espiritual van a la par entre los dos componentes de la pareja, se despierta una pasión y una complicidad que ilusiona a ambos miembros. Se hacen proyectos conjuntamente, se mantienen conversaciones de temas estimulantes, incluso el sexo cambia y se vive de otra manera, se establecen objetivos conjuntos y se crean proyectos. Se despierta un segundo enamoramiento que no es más que la sensación de terminar de estar completo con la persona que está junto a ti.

Por otro lado, puede pasar totalmente lo contrario. Si el crecimiento personal y espiritual no va a la par entre ambos componentes de la pareja, el que crece más rápido siente un vacío, siente que le falta algo en su pareja y que no sabe cómo llenarlo. La pareja empieza a funcionar mal, uno no se siente comprendido y el otro no entiende esas rarezas. Es el momento de comunicar, comunicar y comunicar, desde la autorresponsabilidad, sabiendo que no puedo cambiar a mi pareja y que si alguien debe cambiar, ese eres tú. Entendiendo que no puedes ver pasar el tiempo mientras esperas un cambio que solo llegará cuando la otra persona esté dispuesta a hacerlo.

Si la comunicación y la comprensión no lleva a una situación que sea confortable para ambos la pareja se sigue degradando y sólo puede tener dos resultados, o que uno un día encuentre a otra persona con la que se siente mejor y lo termine dejando todo (puede pasar en ambos miembros de la pareja independientemente del proceso de crecimiento en el que este) o que el que hace el crecimiento espiritual y personal consciente tome las riendas de su vida y convencido de que estará mejor sin esa pareja decida tomar una decisión y romperla.

En estos casos el crecimiento personal y espiritual te permite vislumbrar una mejora a no muy largo plazo de los dos miembros de la pareja rota, aunque inicialmente la separación, por muy amistosa que sea, termina siendo una situación difícil.

Crecimiento personal y espiritual en la relación con los hijos

Esta es la parte en que se disfruta más el crecimiento personal y espiritual. Todas las acciones de desarrollo que uno toma en su vida son enseñanzas que puede transmitir a sus hijos, especialmente si son pequeños, pues los niños acostumbran a actuar por imitación de sus referentes, que, a temprana edad, son los padres.

Los niños son esponjas y absorben los conocimientos muy rápidamente, y si encima sus padres tienen una educación consciente es fácil que puedan transmitir el crecimiento personal y espiritual sin dificultad, educando con creencias potenciadoras y generando que el niño pueda vivir en un horizonte de infinitas posibilidades que no le limita ni le obliga a pensar de una manera u otra, pues se deja espacio para que aprenda a razonar y a descubrir por si solo aquello que necesita y derrumbar o eliminar las posibles creencias limitantes.

Un hijo puede aprender rápidamente hábitos que lo llevaran a tener mejor calidad de vida, seguridad y bienestar, y con muchísimo menos esfuerzo que un adulto.

Que aporta el crecimiento personal y espiritual

No nos engañemos, el crecimiento personal y espiritual es meterse en un berenjenal. Si la vida te es cómoda, difícilmente entras en ese sector de aprendizaje, pero la vida no es siempre cómoda, y si una cosa he visto, es que aquel que lleva una vida demasiado cómoda, sin problemas, sin altibajos, sin ningún tipo de perturbación, o le está a punto de llegar su sacudida de vida o el crecimiento lo está haciendo sin ser consciente de ello.

Con el crecimiento personal es posible que tengas un bache en el que te quedes sin algunos amigos, sin pareja, sin trabajo, llevándote mal con la familia… pero todo eso no es más que el bache por el que uno pasa antes de tener su vida ideal, aquella vida soñada. Es la soledad del crecimiento personal y espiritual, pero no te preocupes, esto también pasará.

Como decía un mentor mío vale la pena pasarse un tiempo viviendo como nadie quiere para pasarse el resto de la vida viviendo como a todo el mundo le gustaría.

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